Como la experiencia es un grado, déjame contarte mi experiencia como opositora. Empecé con mucha fuerza y motivación y debido a mi dedicación y a mi nivel de auto-exigencia, cada año llegaba con un alto nivel de conocimientos al examen. Sin embargo, cada año suspendía. Llegaba exhausta, con falta de confianza, con mucha presión y ansiedad. Entonces entendí que debía empezar a cuidarme y a regular mis emociones y pensamientos. Y me decidí a utilizar diferentes estrategias de gestión emocional, todas ellas recogidas en el programa EGEO. Empecé a sentirme bien, a disfrutar de los días de preparación. Aumentó mi nivel de motivación, mi concentración y, en consecuencia, mi rendimiento. Además, descansaba mejor, estaba más positiva y poco a poco, fui adquiriendo confianza en mi misma. Me sentía empoderada. Con mi sistema de respuesta bien entrenado, los contenidos asimilados y mis emociones bajo control pude «brillar» como pretendía en la prueba oficial. Y no solo aprobé, experimenté un proceso de crecimiento personal del que aún disfruto a día de hoy.
“Cuando el objetivo te parezca difícil, no cambies el objetivo, busca un camino para llegar a él” Confucio.
Cada semana te enviaré un email con información concisa y complementaria a la carta semanal. Además, si me lo permites, revisaré tu diario emocional dándote feedback personalizado, según tus reflexiones y tus propias experiencias personales.
Quiero ser la fiel compañera de viaje que a mí me hubiera gustado tener cuando afronté mi propio proceso selectivo. Créeme. Sé de primera mano cómo te vas a sentir.
Con mi experiencia y conocimientos quiero ayudarte a mantener tu motivación siempre en alto, aportarte perspectiva y ayudarte a afrontar este proceso para que sea agradable, saludable y productivo.